Guía rápida para evitar y combatir el acné

El acné es un problema recurrente para muchas personas, frecuente en la adolescencia, pero que también puede darse en los adultos. Las mujeres, especialmente, suelen ser las más afectadas por estas inflamaciones en la piel.

Vinculado a la producción de un exceso de grasa y a los cambios hormonales, el acné puede empeorar con el estrés y también durante el periodo menstrual, ya que se produce un cambio en las hormonas (andrógenos y estrógenos), que regulan el funcionamiento de las glándulas sebáceas.

Además de esto, el acné es una molestia física y emocional, con lesiones en la piel e imperfecciones visibles que pueden hacer tambalear la autoestima de quienes sufren este problema. Sin embargo, hay algunos trucos y consejos que puedes seguir para evitar que el problema empeore. O, mejor aún, que no aparezcan. Compruébalo.

¿Cómo cuidar la piel acneica?

Quien tiene la piel acneica, o con tendencia al acné, debe mantener una rutina de higienización y cuidado de la piel, preferiblemente orientada por su dermatólogo. Es fundamental elegir los productos adecuados, con características específicas para este tipo de piel, que ayuden a controlar la oleosidad y a prevenir las inflamaciones.

Como evitar las manchas por acné

Un problema muy común en quienes se enfrentan al acné son las manchas de acné causadas por la inflamación. Por lo tanto, el uso de protectores solares es indispensable para quienes tienen este tipo de piel. El producto debe ser adecuado para no entorpecer el tratamiento. Así, opta siempre por productos oil-free, con control de la grasa y efecto mate, que aporten a la piel la protección necesaria sin obstruir (aún más) los poros (no comedogénicos).

Vale la pena recordar que el uso de protectores solares en la rutina de cuidado de la piel también previene el acné solar.

Cuidado con los alimentos

Además del tratamiento adecuado con productos indicados para su piel, es necesario redoblar la atención en lo que respecta a los alimentos y las bebidas. Al fin y al cabo, nuestro cuerpo refleja nuestra salud, que se ve directamente afectada por lo que consumimos en nuestra rutina diaria.

Así, quienes tienen la piel acneica deben evitar el consumo de pan, pasta y galletas, así como los fritos (alimentos ricos en grasa), la leche, el queso y el yogur, que pueden estimular las glándulas sebáceas para que produzcan aún más grasa, lo que provoca la inflamación de la piel.

Mantén tu hidratación al día

Un factor muy importante para prevenir y tratar el acné es mantener la hidratación al día. La recomendación médica es ingerir de 2 a 3 litros de agua a lo largo del día, pero ¿te has preguntado alguna vez por qué?

El agua, al actuar en las capas más profundas de la piel y mantener la inmunidad del organismo, ayuda a controlar el exceso de grasa, contribuyendo a una piel brillante, evitando la descamación, la sensibilidad, la aspereza y el picor (que se produce cuando la piel está seca).

Por último, recuerda que la hidratación puede y debe reforzarse con el uso de productos específicos para tu tipo de piel. Opte por productos de tipo gel o sérum, que favorece la hidratación profunda desde el interior.