¿Por qué el cabello se ve afectado durante el cambio de estación?

Con el cambio de estación, al igual que nuestra piel, nuestro cabello también siente la diferencia. Tanto si el tiempo es más caluroso y húmedo como si es frío y seco, nuestras hebras no tardan en sentir el impacto y pueden desencadenar reacciones que acaban molestando a nuestro aspecto. Áspero, seco, opaco o demasiado graso son las quejas más comunes de quienes dedican parte de su tiempo durante el día a cuidar su cabello.

¿Por qué nuestro cabello sufre tanto cuando cambian las estaciones?

Seguro que ya te has preguntado por la caída del cabello, que es habitual, sobre todo entre las mujeres con pelo largo. Durante el verano y el otoño, los expertos han observado que el término «tratamiento de la caída del cabello» tiene un mayor volumen de búsquedas durante esta estación, lo que confirma otro estudio: el problema suele afectar principalmente en esta época del año.

Durante el verano, la rutina de cuidado del cabello se altera debido al tiempo que pasamos al aire libre, expuestos a diferentes estímulos ambientales. Los rayos del sol (que son más peligrosos en esta época), los viajes a la playa y a la piscina e incluso el sueño desordenado durante las vacaciones son responsables del impacto que se siente en las hebras del cabello. Además, la dieta y el consumo de agua también son factores que determinan la salud del cabello, que acaba dañado al perder la hidratación y las vitaminas esenciales para mantenerlo fuerte y definido. Otros hábitos, como el tinte y el cepillado, el uso de planchas muy calientes o el exceso de secadores, también contribuyen al mal aspecto del cabello.

Sin embargo, es natural que la caída del cabello se produzca sobre todo durante el cambio de estación, y también durante la vida cotidiana. Además de todas las causas mencionadas hasta ahora, también cabe mencionar:

La producción de melatonina

La melatonina (hormona que regula nuestro sueño) está directamente relacionada con el crecimiento del cabello (tanto de la cabeza como del cuerpo). Esto ocurre porque, al entrar en una época más fría del año, el organismo nos prepara para la protección contra las bajas temperaturas, aumentando la producción.

Factores hereditarios

La pérdida de cabello y los cambios en su aspecto natural pueden estar directamente relacionados con la herencia. Por ello, siempre se tienen en cuenta los antecedentes familiares, que justifican a las personas que tienen el pelo más fino o con tendencia a la calvicie (principalmente los hombres).

Tratamientos de quimioterapia y otros medicamentos

Las personas que se someten a quimioterapia o radioterapia, en los tratamientos contra el cáncer y otras enfermedades, suelen presentar alteraciones en el crecimiento del cabello y, primordialmente, en su caída. Esto se debe a que, al tratarse de un tratamiento intenso que exige un gran esfuerzo al organismo, las células que determinan el crecimiento se ven afectadas, lo que provoca la pérdida y la debilidad de las fibras capilares.

Algunos medicamentos, como los antibióticos y los anticonceptivos, también pueden desencadenar un cambio en el aspecto y el crecimiento de su cabello, siendo necesario, siempre, un seguimiento médico. ¡Por lo tanto, es fundamental que, al notar cambios bruscos y repentinos en tu cabello, busques a tu dermatólogo de preferencia y nunca realices ningún tratamiento (como la automedicación) sin consultarlo antes!